Bogart y Bergman intimidados por la
crítica de Iena.
[27] Un critico es un lector que rumia. Deberia tener, pues, más de un estomago.
[60] Todos los generos poeticos clásicos, en su estricta pureza, son ahora ridículos.
[72] En el fondo, les gusta mucho que una obra poética sea un poco perversa, especialmente
en su parte central; basta con que no se ofenda abiertamente el decoro y
que todo llegue en último término a buen fin.
[94] A los autores mediocres que anuncian un pequeno libro como si fueran a exhibir
un gran gigante les deberia obligar la policia literaria a imprimir en sus productos
el lema: This is the greatest elephant in the world, except himself.
[106] Nada es más lamentable en su origen y mas terrible en sus consecuencias
que el miedo al ridículo. De el derivan, por ejemplo, la servidumbre de las mujeres
y muchos otros cánceres de la humanidad.
[111] Las enseñanzas que una novela quiera dar deben ser tales, que se comuniquen sólo en un todo, y que no se dejen demostrar de un modo particular, ni se agoten por medio de un análisis. Sino sería en definitiva mejor la forma retórica.
[49] Las mujeres han sido tratadas de un modo igualmente injusto en la poesía como en la vida. Las femeninas ni son ideales y las ideales no son femeninas.
[116] Los alemanes son -se dice-, por lo que respecta a la cima del sentido artistico
y del espiritu cientifico, el primer pueblo del mundo. Ciertamente; solo que hay
muy pocos alemanes.
[423] ¿No debería comenzar propiamente el actual carácter nacional francés con el cardenal Richelieu? Su universalidad rara y casi sin gusto recuerda a muchos de los fenómenos franceses más notables que le siguieran.
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