Qué pop.
El hombre es un gran faisán en el mundo
«En rumano es muy frecuente decir: “He vuelto a ser un faisán”, que significa: “He vuelto a fracasar”, “No lo he logrado”. O sea, en rumano, el faisán es un perdedor.» Herta Müller
Bien, intentaré no pensar en su premio, intentaré no pensar que la leí porque le dieron el premio y,como a la mayoría, su nombre no me sonaba, intentaré no pensar que el segundo texto lo leyó en la entrega del premio. Intentaré no pensar, aunque es bastante molesto.
El hombre es un gran faisán en el mundo parece una anti-égloga, si es que eso es posible. El foco de la narración se ubica sobre una serie de personajes en el ámbito rural de la Rumania de Ceaucescu. La supervivencia, la cotidianidad, la muerte y la sombra comunista (hambre, prostitución, corrupción, miseria) articulan la historia narrada en unas cincuenta escenas. Se hacen presentes una gran cantidad de símbolos, supersticiones, tradiciones y vocablos que ayudan a dibujar el paisaje
La escritura, un problema: es probable que el estilo se haga visible en exceso. Hay belleza en la forma pero sus técnicas, sus armas de escritura, están tal vez demasiado presentes para el lector. El uso continuo de frases cortas, la mezcla de lirismo con elocuciones cotidianas, las imágenes y metáforas, sobrecargan, por momentos, el texto y, cae, a veces, en el hermetismo, a lo que se suma la descontextualización del lector, ajeno a la cultura e historia germano-rumana (¡oh ignorantes lectores, azotáos!).
El balance es el de una lectura que puede pasar de la "cautivación" al desconcierto y al tedio, aunque esto último no es la norma.
Para agregar un tópico añado que invita a la reflexión, que aporta una visión de los totalitarismos de los semi-resignados, del estoicismo y de los que sueñan, tímidamente, con la huida.
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